
EL AMOR DE UNA HIJA
SHEILA
Ser hija, es algo impresionante. Naces siendo el regalo más deseado y preciado por unos padres que con solo la primera mirada sabes que van a estar allí toda la vida. Este regalo es un resumen de nuestra historia, familia. Con esta mujer, bajo el nombre de Sheila, es para recordar esas sonrisas de una infancia en la playa o las montañas, donde se iluminaban los ojos por el sol y la ilusión.
Pero también para recordar las lágrimas de ese día, el dia más deseado por toda la familia, el día del «SÍ QUIERO», un anillo que recuerda la ilusión y los abrazos de ese magnífico día.
Parece una historia donde el hilo conductor son las lágrimas, sin embargo estas no son de tristeza, son fragmentos de recuerdos que únicamente pensar en ellos nos vuelven a inundar a nuestros cuerpos con la misma intensidad. Este retrato nos va a unir toda nuestra vida aunque ahora estemos lejos siempre nos quedara la mirada de Sheila, para recordar esas lágrimas.
LAGRIMAS QUE DAN VIDA
Ona Saumell